miércoles, 20 de mayo de 2009



JOSÉ LUIS CARRANZA
KINDERGARDEN

Dentro de todo el caos impartido en la obra de José Luis Carranza, son los símbolos del exceso y la saturación los que cobran un real protagonismo.
Aparte de eludir el vacío, la saturación en su pintura también involucra a una inminente desestabilización de los criterios de la perspectiva en un espacio que pretende ser leído como si observáramos el escenario de un gran teatro.

Todos sus personajes existen así en un espacio en crisis expresado en los gestos de pánico dibujado en sus rostros. Las imágenes que configuran Kindergarden se debaten entre, por un lado, la teatralidad de las situaciones y de los seres representados, y, por el otro, el carácter sintético de su materialización.
Nos encontramos entonces con los indicios de una materialización ambigua. Una lagartija es una lagartija, o un juguete o un monstruo, de pintura, de carne o de plástico, y esta ambigüedad se aplica a todos los seres, incluyendo a las plantas, seres humanos y demás objetos de Kindergarden.

Hay una historia preocupante, un misterio de sobrecogedora inestabilidad. Podríamos decir por ejemplo que Kindergarden es el espacio del gigantismo y la monstruosidad. Pero eso no impide que Kindergarden sea el espacio de la infancia y la inocencia. Y también, que Kindergarden sea un espacio enfermizo, muerto; sólo ocupado por lo sintético, lo fabricado, la copia de un objeto. Y así, quizás los mismos niños son juguetes, y los jugadores somos nosotros, reformulando la escala de los espacios en nuestra imaginación como si todo fuera una batalla de figurillas de plástico.

¿Cuál es la materia a partir de la cual fue creado el universo de Kindergarden? , la respuesta puede ser: “la pintura”. Pensamos en la saturación, en el barroco, y cómo lo narrativo se vuelve simbólico por medio del exceso. Y así unas cuantas hojas verdes significan TODA LA NATURALEZA, los niños rubios y de ojos azules son una imagen estereotipada y burlona de la infancia. ¿Y el minotauro y las otras bestias?
El jardín puede ser de infantes o de las delicias. Podría aun haber sido el de Monet, o la representación de su versión psíquica llegando al dominio de la histeria, pero no. Kindergarden es un artificio nacido del encuentro entre la representación de lo sintético, lo teatral, y nuestro deseo de comprender los símbolos enfrentados en su espacio.
Que se manifiesten las imágenes.

Pierre Emile Vandoorne

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